Dale Di Lorenzo, decime

spot_img

Di. Di Di Lorenzo dale, decime. Deci Di Lorenzo. Tan lindo decías. Tan bien que convencías. ¡ Tan macanudo parecías Di Lorenzo ! La carpa por temporada completa. Sí, claro. Del primero de diciembre al treinta y uno de marzo. Firme Di Lorenzo a disfrutar de los servicios contratados.  Carpa con cuatros sillas y una mesa. Familia tipo. Los pibes ni se sentían. Saludaban al  pasar cuando llegaban  al balneario. Yo los veía, entusiasmados  picaban la pelota, corrían al mar. Ojotas, gorrita y musculosa Di Lorenzo. Los recuerdo como si fuera hoy. Y tu mujer. Tu mujer Di Lorenzo saludaba de lejos. Antipática. Corta. El bolso del mate, la canasta y la heladerita  llenas de provisiones. La fruta Di Lorenzo,  el jugo para hidratar que tantas horas expuestos al sol y al viento marplatense son riegosas, los sándwiches a veces listos para comer, algunos días, me fuiste contando durante el verano,  los armaba tu mujer  en la carpa Di Lorenzo.   El día que contrataste el servicio ella entró a la administración  Di Lorenzo.  Ni un gesto. Nada. Seria y callada  hasta que le di las  credenciales de acceso a los vestuarios y las calcomanías rojas para el ingreso al estacionamiento.   La carpa con dos cocheras. No, cómo que una es descubierta. Dale. Todavía hay  disponibilidad, me dijiste, dame las dos cocheras cubiertas.  Está bien Di Lorenzo, te las doy. Era uno de mis primeros días en ese trabajo y estaba contenta. Eras mi primer cliente nuevo Di Lorenzo. Era la primera carpa  por temporada completa que vendía. La segunda cochera móvil y según disponibilidad  y orden de llegada te aclaré.  Pero  no. Tampoco. Dame una allá atrás total a mí no me molesta caminar unos metros. Estoy viniendo a la playa, estoy viniendo a disfrutar. ¿ Me entendes ? Te di la segunda cochera cubierta y fija Di Lorenzo. Y elegiste la carpa. Pasillo central, con sol de tarde. Te ibas tarde Di Lorenzo. Tu mujer era la última en entrar al vestuario de damas. Se bañaba sola. Los nenes la esperaban  limpitos,  engominados  y sentaditos Prohibido tenían salir del vestuario una vez que se habían bañado. No vaya a ser que se llenaran los pies de arena y ensuciaran el auto Di Lorenzo. Mira si eran buenos los pibes Di Lorenzo. La nena una muñeca.  Y disfrutaban. Cómo disfrutaban. Llegaban primeros, se iban últimos. ¿ Te acordas Di Lorenzo? Yo me acuerdo. Claro que me acuerdo. Como me acuerdo del único domingo de toda el verano que llenamos el balneario. Otra vez estaba contenta Di Lorenzo. Se alquiló todo Mogotes. Enero concluía y había que pagar los sueldos de los muchos empleados que mantenían en orden el balneario. Y te quejaste Di Lorenzo. ¡Te quejaste! Nos habíamos quedado sin agua caliente en los vestuarios. Mar del Plata estallaba por todos los rincones y no había agua en toda la ciudad. En el balneario tampoco había agua  Di Lorenzo. Tu mujer, Di Lorenzo, no se podía bañar. No podía engominar a los pibes y te tenías que volver a tu casa con los pies llenos de arena, se iban a ensuciar  las alfombritas del auto Di Lorenzo. Y  protestaste en la administración Di Lorenzo. ¿Te acordás? Había otros clientes.  La queja fue escandalosa Di Lorenzo. Pero al día siguiente otra vez todos contentos. Llovía pero claro. Sino los pibes se aburren en casa. ¿ Me entendes flaca ? Acá toman aire. Juegan a la paleta. Nosotros tomamos unos mates y se nos pasa el día. Son largos los días en verano para estar toda la tarde en casa. Volvían bañados y cansados los pibes Di Lorenzo. Di. Di Di Lorenzo qué se  siente disfrutar todos los santos días de la temporada de la carpa, las cuatro sillas, las cocheras fijas, las canchas de Paddle, la recreación, al agua caliente ( a excepción del último domingo de enero ), la presión en la ducha, las hamacas, la pileta para chicos y demás servicios y pagar a la jovencita  de la administración con cheques sin fondos  Dale. Decime Di Lorenzo. ¿Cómo se hace?  ¿ Cómo hiciste? Deci Di Lorenzo yo te prometo que no le digo a nadie.

Luciana Balanesi

Luciana Balanesi
Luciana Balanesi
Es diseñadora industrial. Nació en Mar del Plata en 1974. Cursó talleres de escritura creativa. Algunos cuentos suyos fueron publicados en el suplemento de cultura del diario La Capital. En el año 2018 quedó finalista en el VI Concurso de Relato Breve Osvaldo Soriano que organiza la Universidad Nacional de La Plata. En el 2019 fue seleccionada en la categoría general del Premio Itaú de cuento digital. En el mismo año recibió una mención estímulo del Premio Guka de Poesía. Y fue premiada en con el segundo puesto en el X Concurso Literario de Cuentos Breves de la Biblioteca Nacional del Paraná. En 2020 el Premio Guka de microrelato le otorgó una mención especial. En 2021 publicó su primer libro Siempre quise ser pelirroja.

Complicidad

Siguen llegando de a pares. Son amigos.  Amigos de...

Crónica de una madrugada (posible)

Te despertará, antes que suene la alarma, un zumbido...

El álbum del Mundial ´82

La que más más me costó fue la de...

El encuentro

Un sábado de vigilia pascual V y M se...

El mejor amigo del hombre

Estoy re aburrido. Si tuviera un perro me divertiría...

El punto mariposa

“no hay mentira en su fuego”Charles Bukowski.Epifanía le dicen...

El tequila

La observó poniendo la mesa  y encendiendo las velas...

Expediente

No Amore, no. No fue necesario que lo digas....

Horas Blindadas

Huele a desinfección. La iluminación, emitida por unos bicharracos...

Juego de Palabras

La lectura es, a mi humilde entender,  un acto...

También te puede interesar

Blanco Artificial

"En uno de sus cuadernos de notas, Chejov registró una...

El dueño del fuego

La mañana ya había empezado con un pequeño malestar....

Escaleras

Estoy parado frente a la escalera que va a...

Los sueños de mi hermano

Parece mentira, lo sé, pero hubo un tiempo en...
Publicación Anterior
Publicación Siguiente