Conversaciones inconclusas con una estrella de rock

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¿Cómo estás?

 

Essteeeeeaaa… Bien, good, good. Lo importante es la salud, y un techo, como dice mi mamma. Fue un mal momento, nada más. Todo pasa. Vos te vas a ir en un rato y yo no voy a saber qué pasó esta tarde. Para mí no existe la memoria, ¿si?; existen las puertas, y uno las va atravesando, una a una, hasta que llega la del cielo. Ahí pasás o no pasás: como en el boliche. Pero yo voy a ir al cielo. ¿Conocés las puertas de William Blake? ¡Maestro! Yo tengo la llave de esa puerta, the key of the door in the sky, y una vez que la pasás no podés retroceder. Pero, ojo, no te lleva al Inferno de mi caro Dante, la testa di Firenza, te lleva al bien personal, al Bien Propio. A bien propio ponelo con mayúscula. Ya te tiré el título: Un artista del bien propio. ¿Qué tul? Lo demás me chupa la pija.

 

¿Te sentís perseguido?

 

No, man, perseguido se sintió Cristo porque tenía ideas para los demás. No es por nada, pero perseguido por los moishes se sintió. La típica jugada de esta gente: primero te beso, después te la deslizo adentro: doblada, y circuncidada. Mejor no me hagan hablar. Pero yo no quiero un mundo mejor, no me importa el marchandesing del bien como a esos putos de Humanoides, con las minitas tocándose la argolla en la puerta del hotel: “¡Te amo, Rusty!”, “¡Soooy humanoide, es un sentimientooo…!”, y toda esa mierda histérica que se arma para que el Rata Salessi mande una cámara y arme ese programa pedorro de los martes. A mí nadie me persigue porque no tengo decálogo, ¿okey? Los que me siguen son los paparazzi, esos que cuando vas caminando y se te cae un sorete al piso, lo levantan y se lo mastican.

 

Uno de ellos dijo ayer que lo golpeaste.

 

¿Quién?, ¿yo? Nada que ver… Pará, pará, primero decime de quién estamos hablando. Hubo uno que se me puso adelante y lo pisé. Sin querer. ¿Está? Yo salía de Glorification con la moto y el putazo me dio con el flash en los ojos. Lo único que hice fue tratar de no caerme. ¿O no tengo derecho a…la estabilidad? Supongamos que vos ahora querés ir al baño. Decime: “¿puedo pasar al baño?”.

 

– …

 

Dale, pelotudo, preguntame.

 

¿Puedo ir al baño?

 

“Sí, cómo no”, te digo yo. Y me pongo adelante, y vos me querés esquivar y yo me meto en tu camino, y así varias veces. Decime. A ver. ¿Qué me tenés que hacer?

 

No sé. ¿Qué tengo que hacer?

 

¡Me tenés que matar, papá! ¡¿Qué vas a hacer?! Dicen que le pateé la cabeza. Calzo cuarenta y cuatro. Le llego a pisar la cabeza con estos timbos y no se la encuentran más.

 

Tiene fractura de cráneo.

 

Y yo qué sé. Se habrá caído solo.

 

¿Qué hay de cierto sobre la grabación de Malasangre en creolés?

 

Fue una idea que surgió cuando hicimos la gira por Haití y República Dominicana. Malasangre tiene algo de rap, hip-hop y ese raggae de los Father Duvalier, Lamento macoute, algo que para nosotros es un himno a la cosa negra, a la profundidad. Es el ojete de la condición humana. Algunos nos acusaron de fascistas por haber adaptado algunas ideas del tema original, eso de que “la justicia está en ti/sólo tienes que aplicarla”. Pero no hubo traducción directa porque no conocíamos la lengua de estos grones. Lo que hicimos fue respetar el ritmo creando una letra nueva, algo que hablara de la crisis del Poder Judicial en la Argentina, del Juez ese al que filmaron mientras se lo fondeaban en la planta alta de Roma y cosas de esa naturaleza. Ahora decidimos con Daddy hacer una traducción literal de esa lírica y, al mismo tiempo, editar un álbum que pueda devolverle a los haitianos lo que nos dieron durante los seis meses inolvidables que pasamos en Puerto Príncipe.

 

En una entrevista dijiste que después de tu experiencia en Haití te sentiste “negro”.

 

¿Yo dije eso? Yo no dije que me sentía negro. Dije que me sentía oscuro.

 

¿Qué significa eso?

 

Significa que la oscuridad habita el corazón de todos los hombres. Esto lo vemos en Poe y también en Ritos, el bonus track de Malasangre. Cuando yo digo: “Corazón, corazón, tu sangre oscura aclara/ el panorama/ de la noche en pañales”, lo que quiero decir es que la oscuridad del alma es ese espacio donde se aloja la virtud del hombre. A algunos se les da por la caridad, a otros le pinta matar al vecino. En ambos casos se utiliza a full la libertad. El mal puede ser una virtud, y eso es algo que cualquiera puede comprobar saliendo una noche en Puerto Príncipe. Bajás a cualquier sótano y ves a veinte o treinta morochos rodeando al verdugo purificador que degüella al poyito bebé. Hay un blues de Rico Marciano que habla de eso: Barbacoa chicken´s. Por ahí los argentinos no lo entendemos, pero ese hombre que te mata al pajarito con el Tramontina está construyendo un bien colectivo, porque en este país de ignorantes nadie sabe que en Haití existe el Tramontina con mango de madera. Así nos va. Por suerte todavía hay gente que puede dar un testimonio de otras culturas. Bueh. Quería decir que en cada gota de sangre hay una vida nueva.

 

¿Qué hay de cierto sobre los rumores de separación de Animales Sueltos?

 

Es muy difícil que Animales se separe, aunque creo que los rumores surgen porque estamos todo el tiempo en una crisis. Crisis artística, se entiende. Esa es nuestra manera de crear. La anarquía nos da pilas, el bardo nos mete presión para que cualquiera de nosotros vea a un viejo en una silla de paja rascándose los huevos como en ese cuento tan famoso, y te componga un hit sobre el desprecio del gobierno a los jubilados. Pero ojo que no te hacemos un corte de difusión con cualquier cosa. O sea: no podés hacer un temita sobre un viejo que se hace la paja sentado en una silla de huevos, sólo para hacerte el surrealista, ¿cachay? Fijate esta casa. Esta es nuestra home, sweet home del instante inspirado. Somos nueve y ahora se va a sumar Mavy Richen en voz porque yo ando medio hecho mierda. No sé: me parece que no la pegué con la fonoaudióloga. Así que vamos a hacer diez: nosotros nueve y ella. Esas son las reglas: para ser un animal, tenés que vivir como un animal. A este quilombo que ves en la casa yo lo llamo comunión. A comunión ponela con mayúscula: Comunión. El aire que respirás está producido por el conjunto, es de todos y de ninguno, como un sampleo. Puede ser que haya un poquito de olor a concha porque ya hace una semana que Mavy se mudó acá y tiene hábitos medio especiales, viste. Siempre vivió sola, sin lavarropas, yo qué sé. Lo cierto es que nosotros somos las únicas personas, en este país de cuarta, capaces de crear un mundo propio: el Estado Animal. Somos individuos de una sociedad sin representantes. Sólo nosotros sabemos combinar los deseos de todos. Debe ser por eso que empezaron a hablar de orgías.

 

¿Por qué te distanciaste de Daddy Caggiano?

 

Yo no me distancié de nadie. Lo que ocurrió fue que la prensa interpretó una letra mía como una declaración d’amour a Tita, la mujer de Daddy. Pero hay algo que nadie sabe y es que con Tita somos amigos de la infancia, desde mucho antes de que ella conociera a Daddy en La Falda ’89. Yo le dediqué Tita en Rodhesia y los críticos, que no saben ni tocar el timbre, empezaron a hablar de que Tita y Daddy se habían separado por mi culpa. Nada que ver. Somos tutti amicci.

 

Pero la letra era fuerte. El estribillo decía: “milk in your face/ milk in your ass, honey”.

 

No entiendo por qué no puedo pensar en garcharme una putita, escribir poesía y dedicársela a una amiga de la infancia. Además, ese estribillo, como vos bien decís, no decía my milk, sino milk. Pero para entender lo que digo, hay que entender el carácter simbólico de la poesía. La poesía sucede, man.

 

Pero vos y Daddy se golpearon en una gira por eso. Recordarás aquel informe de Garage. Además, hay quien dice tener una filmación de la discusión anterior a la palea.

 

Nada que ver.

 

¿Por qué se golpearon?

 

No viene al caso comentarlo ahora. Me parece que te estás desubicando. hablame de música, a ver, tirame puntas…

 

¿Es verdad que echaste del grupo a Perico Stilman porque reconoció en una entrevista que era homosexual?

 

Por judío lo eché, ja, ja, ja, ja… No, en serio. El tipo tenía la cabeza llena de ácido. Aunque tocáramos Zamba de mi esperanza él siempre se mandaba con solos de acid house y esas mierdas comerciales. Te estoy hablando de giras en el interior, donde los chacareros se bajaban del tractor y se metían a vernos en el teatro con la bosta pegada a la alpargata. La cosa no iba más con esos detallecitos pelotudos de trip hop cada vez que tenía que mover los dedos, que además los tenía agarrotados por la merca que tomaba. Digamos: que toma. El hecho de que se la masticara me tiene sin cuidado, aunque todo el mundo sabe lo que pienso: el pitulín lo hizo Dios para clavar nenas.

 

Hay un tema tuyo en Mala sangre, Techo de zinc, que parece una parodia de La marcha peronista.

 

No entienden nada. Los críticos tienen que ir a la escuela, viste. Si no… Este país está hecho mierda culturalmente hablando. Esa música es una versión trance, quebrada por cierta cosa jungle que se oye de fondo, como si los humanos tuviéramos ese deseo primitivo de volver a ser lo que verdaderamente somos: simios. Está tomada de una marcha irlandesa que pesqué en el cable una noche que no me podía dormir. Suena como una drum’ n’ bass revisitada por algún cabeza de ñoqui de la villa. La idea de la lírica es que el villa está en la lona, o peor: tratando se subirse a la lona, pero busca salir combinando su cultura con la de la burguesía. El negro tiene billetera y usa perfume francés trucho, para hacerse el internacional. Y sale a la conquista, el tipo. Se sugiere que lo tiene enfermo una perrita del centro, la hija menor de un milico, ese tipo de pendejas que crían las mucamas. La chiquita es medio cheta pero también es medio snob, y medio puta, porque si no no se entiende que una cheta se meta con un negro. ¿Es así o no es así? Es así, papá. ¿O no? El villa tiene un aire a Willy Grant, con esas rastas que no se lava nunca, envuelto en el humo de unos fasos tipo misil que son la razón de su dolce vita. Pero si te fijás bien vas a ver que la letra no es una parodia sino una crítica de los falsos ideales de La marcha peronista. Donde la marcha dice: “por los principios sociales”, yo digo: “per il amore escenciale”. Es la única frase en italiano, una declaración de principios hecha en la lengua que hablaban Romeo y Julieta, y también el Bati: tremendo goleador. Tremendo. Te mataba. Yo te digo que lo ví jugar y era un animal. Pero no nos vayamos por las ramas. No hay posibles colectivos sino individuales; y en cuanto el techo de zinc del título, lo que quise fue darle un toque escenográfico fuerte. El zinc es el material más representativo de esas construcciones que en la villa se hace con las manos, como se hacen las verdaderas cosas de la vida. La paja, por ejemplo. El faso. No, en serio. Pensándolo así, se me ocurre que esa canción es más peronista que esa marcha de mierda que cantan los bolivianos y los paraguayos sin entender qué quiere decir.

 

¿Qué tiene que ver ese tema con tu vida privada?

 

A mí me parece que vos… Si lo decís por mi relación con Susan Serraf, nada. Primero que yo no nací en ninguna villa. Hay que informarse antes de hablar, ¿si? Nací cerca de Retiro pero no soy un villero, aunque, ojo, tengo amigos, casi hermanos te diría, que nacieron ahí. Charlie Zaparat, el bajista de Demonios nació ahí. Y Susan no es hija de militar sino de un comisario de la federal: Rafael Ovidio Serraf, o Matraca, el del Operativo Café Blanco. Además, con Susan cortamos en el ’91. Imaginate que después de tanto tiempo no se me va a ocurrir escribir algo sobre nosotros.

 

Ella dijo que hace dos años que vos no le pasás alimentos por los trillizos.

 

Mis abogados están en tema. Amo a mis hijos.

 

¿Los ves?

 

¿El que ama a Dios lo ve? No los veo. No porque no quiera, sino porque cuando vos amás verdaderamente a alguien debés dejarlo libre, como dice Sting. Esa es la enseñanza zen que aprendí en la vida, y de la que Susan parece haberse olvidado. Viste, porque en este país no tenemos memoria. Yo quiero que ellos crezcan libremente, ¿capito? Ya habrá tiempo para que nos encontremos y podamos conversar de cosas importantes, como debe ser entre padre e hijos. Porque lo que tenga que decirles a Paco, Luis y…, Paco, Luis y… el hermano, ya se lo dije en Tres dulces tigres: “La vida es una marca/que hay que hendir en soledad/hay que hendirla sin hundirse/ser libre es lo real”. La letra está inspirada en lo que dice Blake sobre los tigres. El dice que Dios se excedió al crear al tigre, y yo lo tomo en mi canción como ese exceso de felicidad que me dio Dios al darme a los trillizos.

 

¿Qué pensás de Malasangre?

 

Creo que es un buen álbum que se puede considerar un tour de force que incluye el rescate de las raíces americaindias, un touch de cámara, sobre todo en los arreglos de cuerdas que hizo Daddy; y un vuelo poético que es bastante evidente, aunque queda como el culo que lo diga yo que soy el que escribe las letras. Me parece un producto parejo y original y creo que es uno de los pocos de los últimos años que tiene un discurso que no suena como esa chotada social de Los Zanguangos. El discurso nuestro tiene ingredientes que se consumen en privado: el sexo y las drogas que nosotros llamamos ecológicas, frutos de la tierra y no del laboratorio asesino. No pontificamos, solo describimos lo que hacemos como animales sueltos cuando termina el show.

 

¿Por qué las letras de sexo están siempre escritas en primera persona?

 

Porque así es como se da, ¿o vos cogés en tercera persona? Gil. ¿Vos sos medio salame, no? Salvo que seas un voyeur; capaz que con esa cara de bobina… Pero los animales sueltos no somos voyeurs. Igual hay cosas que hoy no se dan como antes. La época de la garcha grossa fue la de los ochenta. Me refiero a la primera gira latinoamericana: hoteles, putitas, cajas de zapatos llenas de drogas y mucha música. Fue nuestra etapa de mayor producción artística. Hablábamos del vómito de Hendrix. Prepararnos para el vómito de Hendrix significaba prepararnos para crear al límite. Era el concepto donde entraban la resaca, nuestra formación en el Conservatorio, las drogas, la fama, etecé, etecé, etecé. Era nuestra experiencia hecha arte. Así nació Palo y a la bolsa y Palo y a la bolsa en vivo, que grabamos en el Luna Park el día que se cortó la luz.

 

¿Vos fuiste al conservatorio?

 

Sí, estuve, estuve. Pero dejame contarte lo del Luna.

 

¿Estuviste o terminaste?

 

«¿Etuvite o teminate?». Vos sos medio pelotudo, me parece. No te quiero agredir pero estamos en democracia y puedo opinar libremente, ¿no? Te digo Luna y me decís conservatorio. Es como que me estás buscando para sacarme. Te vas a comer los mocos, sé lo que te diiiigo, me conoooozco, no me joooodas, ubicaaaate… Pedazo de cuatro de copas. Estás hablando con un as, ¿si? Un as de pija. A ver, vamos de vuelta: Luna Park, papi. O sea Gatica, Monzón, Locche, Galíndez, Sinatra, Hollyday on Ice, Animales Sueltos. Todos campeones mundiales. Un templo del arte. Y vos me hablás del conservatorio, ese museo de instrumentos desnchufados lleno de putos. Mirá cómo te apago el aparatito.

 

¡No, esperá! Te hago la últ…

 

 

 

(1996)

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