Sueños marplatenses

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El turismo era algo muy ocasional, anual digamos, entre los chicos de allá por los sesenta. Así como la Coca Cola era un bien escaso reservado a los cumpleaños y el vino con soda suplía cotidianamente muy bien a la bebida de fórmula secreta, los pibes sabíamos que la playa o las sierras quedaban a varios meses de ahorro de nuestros viejos. Pero cuando la ocasión llegaba todo era una fiesta y arrancaba una semana antes de la partida.

En mi casa, mis tres hermanas y yo nos repartíamos las tareas que iban de conseguir quién riegue las plantas y le dé de comer al perro, a preparar la ropa, seleccionar los libros que nos íbamos a llevar, -en mi caso los de la colección Robin Hood-, y los juegos de mesa como El Estanciero, El Mago Chan, El Cerebro Mágico, un par de mazos de cartas y dos pelotas: una para la playa y otra para el futbol, donde se pudiera.

El viaje era largo, no había cinturones de seguridad y el aire acondicionado era un lujo inexistente. Se conversaba, pasatiempo hoy casi en extinción, y a la hora más o menos, los chicos sabíamos que había que darle alguna ocupación a nuestro embole y mientras esperábamos los sándwiches y la gaseosa que se había contagiado del sabor metálico del termo, aparecían los juegos verbales como ni sí, ni no, ni blanco, ni negro, adivinar los colores de los coches que venían de frente, el veo, veo y otras yerbas, mientras la radio colaboraba con algunos temas que todos conocíamos y entonábamos limitados a la paciencia de mi padre, el gran conductor.

El parador quedaba a unas cuantas horas, pero cuando llegábamos, nadie nos podía sacar de encima la sensación de Oasis. Nos esperaba una Cindor o un Vascolet con un suculento salame y queso. Los grandes “estiraban las piernas” y se lavaban la cara, los chicos disputábamos las hamacas y nos intercambiábamos los destinos, deseando con esa fuerza casi religiosa de la infancia que la chica de trenzas también fuera para Punta Mogotes, cosa que nunca sucedía.

Cumplidos los rituales, seguía la travesía y el viaje, que ya era más corto, se volvía increíblemente largo. Los postes y carteles parecían pasar más lentos. Llegábamos finalmente a la noche, cansados, como ajenos, pero alentados por el cercano sonido del mar y la prometedora cena en alguno de los boliches del puerto que certificaba que estábamos en la ciudad en la que se podía ser feliz.

Felipe Pigna
Felipe Pigna
Como profesor de Historia, Felipe Pigna (1959, Mercedes, prov. de Buenos Aires) dirigió el proyecto “Ver la Historia” de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini de la Universidad de Buenos Aires, con el que se realizó el documental fílmico 200 años de historia argentina, de trece capítulos. En televisión condujo Historia confidencial, vida y vuelta, Lo pasado pensado y El espejo retrovisor por Canal 7. Fue conductor junto con Mario Pergolini de Algo habrán hecho por la historia argentina, basado en sus libros Los mitos de la historia argentina, emitido por Canal 13 y Telefé que alcanzó los 25 puntos de rating en el prime time y obtuvo el premio Martín Fierro 2006 y 2007 y el premio Clarín en 2006 y 2009. Condujo por The History Channel la serie de documentales sobre los bicentenarios latinoamericanos Unidos por la Historia, ganadora del Martín Fierro del cable. En 2012 condujo el ciclo Historia clínica, emitido por Telefé. En 2012 dirigió el documental Chacú, una historia de la provincia del Chaco, emitido por el Canal Encuentro. En 2013 dirigió el documental Misiones, historia de nuestra provincia. Ha publicado: El mundo contemporáneo (1999), La Argentina contemporánea (2000), Pasado en presente (2001), Historia confidencial (2003), Los mitos de la historia argentina (2004), Los mitos de la historia argentina, tomo 2 (2O05), Lo pasado pensado (2006), La larga noche de la dictadura y La noche de los bastones largos (2006, junto con María Seoane), Los mitos de la historia argentina, tomo 3 (2006), La historieta argentina, (2007-2016), Evita (2007), José de San Martín, documentos para su historia (2008), Los mitos de la historia argentina, tomo 4 (2008), Historias de nuestra historia, una historia animada para chicos y no tan chicos (seis tomos libro + DVD), Libertadores de América (2009, Premio Manuel Alvar en el rubro Humanidades de la Fundación Lara, Madrid, editado en la Argentina, España y Colombia), 1810, la otra historia de nuestra revolución fundadora (2010), Mujeres tenían que ser. Historia de nuestras desobedientes, incorrectas, rebeldes y luchadoras (2011), Evita, jirones de su vida (2012, editado en la Argentina, España y Colombia), Los mitos de la historia argentina, tomo 5 (2013), Al gran pueblo argentino salud, una historia del vino argentino, la bebida nacional (2014), La voz del Gran Jefe. Vida y pensamiento de José de San Martín (2014) y Manuel Belgrano. Hombre del bicentenario (2016) y La vida por la patria. Una biografía de Mariano Moreno (2017). Es columnista de la revista Viva. En Radio Nacional conduce Historias de nuestra historia y, en Canal 7, el ciclo Noticias de ayer. Es director de la Colección Bicentenario de la Editorial Emecé, de la revista Caras y Caretas y de www.elhistoriador.com.ar, el sitio de historia más visitado de la Argentina.

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