Sueño con el tigre

spot_img

En éste no sé quién soy, si hombre o animal, pero camino por la selva con mucho cuidado porque sé que anda por ahí un tigre. De pronto descubro, en un claro de la maleza, un excremento gordo y largo, como de diez centímetros, ignoro de qué animal. Me acerco, lo huelo y lo desprecio, cuando se me aparece el enorme jaguar.

Lo miro fiero mientras viene lenta y cautelosamente hacia mí, y le grito con toda autoridad: ¡quieto carajo que yo vi primero esta comida!

El tigre se detiene.

Nos miramos, feroces, y me doy cuenta de que no se batirá cobardemente en retirada. Entonces con una pata, o mano, corto un pedacito de la mierda y lo lanzo hacia él y digo: ahí tiene, si quiere, ese poquito. El tigre se adelanta y come sin oler.

Me mira.

Corto otro pedazo, esta vez más grande, y lo arrojo detrás de él. Ahí tiene, coma si le gusta pero conmigo no se meta. El tigre da un salto hacia atrás con impresionante agilidad y se come el pedazo. Luego se relame y vuelve a mirarme.

Me preocupo porque ya queda poco. El tigre me mira con sus ojos de fuego. Decido velozmente darle el último trozo entero. Se lo lanzo mientras digo ¡cómase todo, carajo, y déjeme en paz!

El tigre se adelanta nuevamente, huele y come. Se relame. Y para mi sorpresa enseguida hace pis, una meada hedionda y fuertísima, como un gato que marca territorio. Yo tomo distancia despacito, consciente del peligro. El tigre huele su pis y decide, como alegremente, que ipso facto le

vendría bien defecar. Lo hace mientras yo aprovecho para ir alejándome imperceptiblemente de su área de ataque. No le quito los ojos de encima mientras el largo animal, que está sumido en un sector de sombras gruesas, en la semioscuridad ahora se baña felinamente, lamiéndose todo, parte por parte. En la sombra parece negro como una pantera. Ahí se queda mientras yo me voy alejando cada vez más hasta que consigo ponerme a salvo.

Lo más curioso es que me despierto completamente excitado. Mientras orino pienso que este sueño debiera llamarse “El tigre comemierda”. Empiezo a reírme a carcajadas, y a pura carcajada escribo esto.

Mempo Giardinelli
Mempo Giardinelli
Nació y vive en el Chaco. Premio Rómulo Gallegos 1993 por su novela Santo Oficio de la Memoria, recibió también importantes premios literarios en Italia y España. Su obra ha sido traducida a 20 idiomas. Es autor de novelas como Luna caliente, Final de novela en Patagonia y Visitas después de hora, entre otras, y de varios libros de cuentos y ensayos. En 2006 recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Poitiers, Francia. Escribe en diarios y revistas argentinos y latinoamericanos y preside una Fundación dedicada al fomento de la lectura..

Cucarachas

Hace muchos años estuve preso por un corto tiempo...

El sueño angustioso de Canetti

Era un caballo magnífico que pasaba por el medio...

Kilómetro 11

Para Miguel Angel Molfino   —Para mí que es Segovia —dice...

La memoria en el agua

Para Poli Délano Siempre pensé que aquella Navidad en Pennsylvania...

Navidad en Jardín Iguazú

Para Daniel Mordzinski Es un hombre que está solo pero...

Simetrías

Este es un sueño curioso porque se trata de...

Sueño del exiliado

Ha vuelto a casa. Después de más de diez...

También te puede interesar

El tío Coma

Nos llamaron una noche en que veíamos Alien, justo...

Nico & Valen

Son las siete y media de la tarde, tengo...

Ella

Juan restriega sus manos delante de la chimenea. Los...

Iturrazpe y los Hayn

La lluvia rajaba la tierra. Literalmente. Con algún esfuerzo,...
Publicación Anterior
Publicación Siguiente