Volver…

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¡Distingue, pues, el lugar en el que has de nacer

 y elige con cuidado el mundo!

 

Bardo-thodol. Anónimo

 

Y luego de una hora de espera llego al mostrador de facturación. El empleado, como no, es un ser sonriente y servicial. Le entrego mi documentación un poco preocupado. Hacer este tipo de viaje siempre me genera ansiedad, aunque haya planificado todo al detalle y con precisión matemática, como es el caso del que se viene. Mientras tanto, él observa mis papeles una y otra vez, chequea en la base de información, carraspea y dice.

—Me temo que deberemos hacer modificaciones.

¡Ay no! ¡Eso no! Con todo el trabajo que me ha llevado. Calma, calma, calma, ¡quién te dice! ¡quizás no sea tan malo! Acordate que el cambio siempre te dio miedo, pero que en el último viaje aprendiste sobre el valor de la fluidez. No te gustó nada. Pero a que fue útil ¿eh?

—¿Qué modificaciones?

—De acuerdo a su documentación debe usted reencarnarse en una vida de clase alta, sin grandes sobresaltos…

—Eso es correcto ¿Y el problema es?

—Que no queda lugar en ninguna vida de esa clase.

Respira, respira, respira…

—Bien, no se preocupe, soy un alma vieja. No necesito grandes lujos. Además en la última me hice minimalista, así que, ya estoy acostumbrado. Con una de clase media me conformo.

—De esas cada vez tenemos menos… Es decir, más que las de clase alta, pero menos que antes… Hay lista de espera de dos siglos, aproximadamente.

—¡No puedo esperar tanto!

—Para embarque inmediato me queda: vida pobre y vida miserable. De la primera tengo a varias almas observándolas en este momento, pero si usted se decide ahora, la reservo ya. Dicen que se aprende mucho en ese tipo de…

—Usted no entiende… ¡No puedo renacer en un pobre! Tengo un certificado de Alma Ejemplaris que me garantiza una vida de goce y no de sufrimiento.

—Hmm, hmmm. Sí, veo, veo… Tiene muy buenas referencias de sus espíritus guía: “Hace caso en todo, no como otros…”; “Siempre atento a las señales del universo”; “Un ejemplo de ayuda al prójimo”; “Nunca le hizo al otro lo que no quería que le hiciesen”, “En los últimos años de su postrera existencia se hizo vegano”, etc.

—¿Entonces?

— Seguimos sin lugares para la vida a la que usted califica. La buena noticia es que no tiene que volver ahora mismo. Lo puedo poner en lista de espera mientras aguarda en la paz del plano extracorpóreo por algunos siglos más ¡Aquí el tempus no fugit! Si todo va bien, y logramos revertir el cambio climático, quien le dice que pueda nacer en la vida para la cual su alma es digna.

—¡No puede ser! Mi alma gemela reencarnó hace poco y en esta nos toca FINALMENTE conocernos en el plano material ¿Sabe usted lo que es eso?

El empleado baja la voz, mientras me observa con su tercer ojo que brilla de forma soñadora.

—Oh sí… Lo recuerdo bien. El sexo es espectacular, de otro mundo.

—No sé cuándo podré tener de nuevo una oportunidad como esta …

—¡Y bueno! ¡Embárquese en una vida ahora mismo! ¿no?

—¿Acaso cree que ella me mirará si nazco entre el común? ¡En esta existencia es una niña rubia con el camino allanado!

— Dicen que el amor todo lo puede…

—También hay quien dijo: “el que esté libre de las ideas de su época, que tire la primera piedra” ¡Por favor! ¿No hay nadie con quien pueda hablar? ¿Un superior quizás?

El funcionario me mira con ese tercer ojo tan suspicaz y me entrega  lápiz y papel.

—Creo que al único superior que debe consultar en este momento es a su Yo Superior. Recuerde que la sabiduría siempre yace en lo profundo.

Me siento en un banco. Sigo sin poder creer que esto esté pasando. De nada sirve pensar ¡¿qué hice yo para merecer esto?! Ya sabemos cuáles son las posibles respuestas y ninguna lleva a buen destino. Como siempre, la solución está en la comparación, en los pros y los contras de cualquier decisión, en las oportunidades y amenazas de una vida … y pobre.

 

Fortalezas:

  1. He aprendido mucho de vidas miserables en épocas anteriores por lo que ya estoy entrenado.
  2. El sexo es siempre una buena razón para volver al ciclo del karma.

 

  1. Mi alma gemela está en el plano material.
  2. Con una vida de esta clase estoy más cerca de cerrar el circuito del karma.

 

Debilidades:

  1. Ya estoy viejo y necesito ciertas comodidades.
  2. Soy muy tiquismiquis en la cama (después de tanto tiempo ya sé lo que quiero).
  3. Ya me acostumbré tanto a estar solo que quizás no me den ganas de estar con ella.
  4. Soy muy influenciable por el entorno: me gusta complacer y dejar contento a todo el mundo.

 

Oportunidades:

  1. Destacar entre mis contemporáneos.
  2. Mis aprendizajes en el eros son casi insuperables, por lo que tendré un abanico importante para elegir.
  3. Conocer otra alma gemela si es que la hay.
  4. Dejar contento a todo el mundo.

 

Amenazas:

  1. Tendré una alta probabilidad de morir de enfermedades que ya son historia pasada para el resto de las clases sociales, incluso antes de tener la oportunidad de poner a prueba mis dones.
  2. No tener buen sexo.
  3. Que mi alma gemela no me dé ni la hora.
  4. Que la cague feo para encajar en mi contexto socio cultural y termine unos cuantos casilleros más atrás del circuito del karma.

Me doy cuenta de que no hay con qué darle, tengo un Yo Superior muy equilibrado y siempre encuentra la contracara a todas mis afirmaciones. Me acerco al mostrador.

—¿Pudo encontrar la salida a su encrucijada?

—Lamentablemente, no —y haciendo uso del punto Nº4 de mi DAFO anuncio— lo dejo en sus manos.

—Interesante decisión para un alma tan noble… Interesante, interesante. Soltar y confiar a ese nivel le sube dos casilleros del karma. Esto debe ser cosa del destino porque se acaba de liberar una plaza en una vida que, además de estar destinada a su alma gemela, será sin duda digna de un amor incondicional. Y créame… esta vida sí que es un premio.

El empleado me entrega un informe con los datos y características de mi próxima existencia terrenal.

—¿Qué me dice? ¿acepta?

 

—¡Denisse querida! ¡Ven a ver lo que te trajo Papá Noel!

Denisse baja corriendo las escaleras de mármol, lleva puesto un vestido rosa de Chanel kids, su pelo largo, rubio y lacio se agita como una bandera de algún país mágico.

—¿Qué es qué es? ¿la tablet? ¿el auto-dron?

                —No querida, esta vez es algo mejor: un compañero.

Denisse toma la caja que le ofrece su padre, un sonido ahogado sale de su interior. No está muy convencida, pero decide abrirla de todos modos. Precedido por un largo miauuuu, un gatito de ojos verdes y patas negras se asoma desde el interior. No es de raza, está claro, ella sabe de esas cosas. El gatito vuelve a maullar y la mira a los ojos. Denisse lo mira. Él la mira. Y así por unos segundos que parecen eternos. La niña toma al gato entre sus manos y refriega la nariz contra la cabeza del felino. Sube la escalera con su nuevo amigo en brazos, dejando atrás el regalo del abuelo dentro del cual está el auto-dron y la tablet que pidió todo el año. Los orgullosos padres de la retoña sonríen desde el pie de la escalera.

               —Parece que nuestra niña acaba de encontrar a su alma gemela ¿no?

—Sí querida… al menos por doce años, sí ¿Cuándo tenemos la cita con el veterinario para castrarlo?

                —Mañana, querido.

Magalí Golfieri

Magalí Golfieri
Magalí Golfieri
Nací el tres de septiembre de 1979 en Mar del Plata. Desde chica me apasiona la literatura y escribir cuentos. Estudié Antropología en la Universidad de La Plata y el Máster de gestión del Patrimonio Cultural en la Universidad de Barcelona. Las historias se tejen en mi cabeza y se manifiestan en forma de sueños que luego transformo en cuentos.

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