En éste no sé quién soy, si hombre o animal, pero camino por la selva con mucho cuidado porque sé que anda por ahí un tigre. De pronto descubro, en un claro de la maleza, un excremento gordo y largo, como de diez centímetros, ignoro de qué animal. Me acerco, lo huelo y lo desprecio, cuando se me aparece el enorme jaguar.
Lo miro fiero mientras viene lenta y cautelosamente hacia mí, y le grito con toda autoridad: ¡quieto carajo que yo vi primero esta comida!
El tigre se detiene.
Nos miramos, feroces, y me doy cuenta de que no se batirá cobardemente en retirada. Entonces con una pata, o mano, corto un pedacito de la mierda y lo lanzo hacia él y digo: ahí tiene, si quiere, ese poquito. El tigre se adelanta y come sin oler.
Me mira.
Corto otro pedazo, esta vez más grande, y lo arrojo detrás de él. Ahí tiene, coma si le gusta pero conmigo no se meta. El tigre da un salto hacia atrás con impresionante agilidad y se come el pedazo. Luego se relame y vuelve a mirarme.
Me preocupo porque ya queda poco. El tigre me mira con sus ojos de fuego. Decido velozmente darle el último trozo entero. Se lo lanzo mientras digo ¡cómase todo, carajo, y déjeme en paz!
El tigre se adelanta nuevamente, huele y come. Se relame. Y para mi sorpresa enseguida hace pis, una meada hedionda y fuertísima, como un gato que marca territorio. Yo tomo distancia despacito, consciente del peligro. El tigre huele su pis y decide, como alegremente, que ipso facto le
vendría bien defecar. Lo hace mientras yo aprovecho para ir alejándome imperceptiblemente de su área de ataque. No le quito los ojos de encima mientras el largo animal, que está sumido en un sector de sombras gruesas, en la semioscuridad ahora se baña felinamente, lamiéndose todo, parte por parte. En la sombra parece negro como una pantera. Ahí se queda mientras yo me voy alejando cada vez más hasta que consigo ponerme a salvo.
Lo más curioso es que me despierto completamente excitado. Mientras orino pienso que este sueño debiera llamarse “El tigre comemierda”. Empiezo a reírme a carcajadas, y a pura carcajada escribo esto.