Un globo azul

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El cielo se tiñe de los rosados del crepúsculo. Ella, con una regadera de lata, refresca las  azaleas, los geranios y un helecho brillante que desparrama sus verdes por el balcón del séptimo B.

 En el edificio frente al suyo, en otro balcón sin verdes, pero con una gran reposera de plástico amarilla, se encuentra un señor de traje oscuro, camisa clara y corbata de nudo aflojado. Él mira el atardecer apoyado en la baranda y sostiene, en una de sus manos, un vaso con whisky que bebe de tanto en tanto.

  Ella observa a su vecino entre regada y regada, cuando de pronto, una idea inquietante le atraviesa el pensamiento. Sin pensarlo y divertida, entra al living buscando el globo azul, el único salvado del festejo de sus cuarenta.

  El globo se encuentra un poco desinflado. Le suelta el piolín y lo infla hasta desdibujarle el color. Luego lo ata con un piolín largo y deja dos tira suelta que anuda bien fuerte a su tobillo izquierdo.

  Las calzas que lleva puesta le aseguran no dejar al aire sus bombachas. Ajusta la remera con el elástico de las calzas y dejándose elevar por el globo despega del balcón. Cabeza abajo, brazos extendidos como aspas de hélice y el pie derecho suelto le permiten timonear muy bien el vuelo.

  Así volando, cruza al balcón del señor de traje oscuro y corbata aflojada.   Él no la ve llegar, porque ella cuida de hacerlo en sesgo y a sus espaldas

 Con una mano, la mujer le quita el vaso justo en el momento en que él lo está llevando a la boca. Con la cara arrebatada como el cielo por la posición boca abajo, ella le dice.

—Hola

—¡Qué! ¡Que hace! ¿está loca?

 —¿Un poco, no?

—¡Se va a matar!, ¿como se le ocurre? Se le va a reventar el globo. Usted está loca o yo estoy borracho ¡Huyy, el whisky!, el médico me dijo que no chupara, estoy delirando.

—Seguro que te hizo mal el wuisky, pero vení, deliremos juntos

 En ese preciso momento ella lo toma de las manos y lo empieza a levar del balcón. El señor de traje oscuro simplemente se desmaya. Su cuerpo pende colgado de las manos de ella, mientras el globo los lleva a sobrevolar la ciudad, el río, hasta hacerlos perder en una nube naranja fuego.

  La mujer del séptimo B deja de regar el helecho y a sus fantasías. Levanta la cabeza, mira hacia el balcón frente al suyo y se atreve a ser cómplice de los ojos que la miran. Pícara y audaz le hace un gesto a su vecino.

  Sobre la reposera de cintas de plástico amarilla, el señor de corbata recién ajustada deja apresurado el vaso con whisky.

Alicia Martín
Alicia Martín
Se radica en Mar del Plata a los 17 años. Egresada del conservatorio Willams continúa sus estudios pianísticos con el maestro Manuel Rego y asiste al taller de pintura con el maestro Urruchua. 1970 ingresa a la carrera de psicología. 1974 obtiene el título de Lic en Psicología. (Universidad Nacional de Mar del plata) 1984 a 1987 post grado en Pareja y Familia en el centro Fiorini (Capital federal) 1993 integra el equipo de Psicosomáticas en el CEP y alterna su actividad profesional en Mar del Plata y Capital Federal 1994 ingresa al taller literario de la Lic.Graciela Bracachini 2000: “EN SECRETO” antología de cuentos con prólogo del escritor Marcos Aguinis, auspiciada por la SADE. 2002-2003: clases privadas con el escritor Dalmiro Saenz. 2003 “TRES MUJERES Y UNA PALOMA novela publicada por la Editorial Dunken. 2004: EN EL NOMBRE DEL HIJO” novela finalistas del Premio Planeta. 2007: clases privadas con el escritor Antonio Dal Masetto. 2008: Publica la novela “VOTO DE SILENCIO” 2012: Publica la novela “EN EL UMBRAL” 2013: Publica laantología de cuentos infantiles “LA PRADERA DEL COLOR” 2014: Participa en la Antología de cuentos y poemas “ Voces Atlánticas”. Encuentro federal de la Palabra.

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